VISIONES DE CIUDAD II

La lluvia cae,
como arañando a la vida,
desde sus ruidos a botellas y a mercado.

Una mujer pasa, del brazo de la primavera.
Yo soy espuma y me derrito
al contacto del agua.

La lluvia cae, llora.
El asfalto blando la contiene
en su rueda giratoria
de coches sobre la calle.

Un niño pasa con su delantal blanco.
Otro niño, a su lado,
deja correr la lluvia por su carita pálida,
y chapotea en la acera
con los pies descalzos.

La lluvia cae.
¡Oye, niño! … la lluvia,
también tiene hambre

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