Quiero decir, suceden
tantas cosas en el mundo.
La vida,
es un camino árido y diverso.
El sol y la Avenida
son una forma casual de contenerte.
Juguetes distraídos,
las horas se divierten,
elaborando payanas y rayuelas
con circunstancias, mitos y otras
abstracciones;
en la misma vereda
donde detiene, el hombre
su errante trajinar sobre la hoguera.
Quiero decir, existen
tantas formas crueles
de desánimos y esperas.
Tantas formas de quebrarse
y no ser nunca estrella;
que el egoísmo y la soberbia
son un modo de morirse, apenas.
Una manera absurda de falacia
que nada tiene que ver con la arrogancia,
y subestima, tantas buenas y malas intenciones.
¿Adonde lleva? sino a la inerte
soledad, que desmesura
al hombre,
e identifica su gris
enrriedo
de cola de serpiente .
Yo he abierto seis veces la puerta de mi casa.
Y seis veces se han ido, por ella,
esfuerzos y anhelanzas…
Y seis veces he vuelto a colocar
el corazón de las cosas fundamentales,
en el lugar de la esperanza.
¡Odio las mesas vacías y los objetos particulares!
¡Odio el albur de las pertenencias
no compartias con nadie !
Odio lo inservible. Odio el reptil
de los elementos materiales.
Odio las miserias humanas
mas que al pirataje.
Quiero decir, ¡Me voy!
de un modo rotundo y permanente.
No me interesan tus mentiras ancestrales.
Tu asombrada colección de baratijas,
me ensordece el aire.
Quiero decir… ¡Me llevo
conmigo mi andamiaje !
¡Me voy ! y al irme
no me invaden tristezas delirantes.
Pero tu, no estarás solo…
estará contigo: tu soledad, tus llaves,
tu hipocresía absorta y desafiante.
… la cima de todos tus ultrajes.
-Ojos desorbitados de amapolas,
volviéndose, a mirarte.
Quiero decir…¡Soy libre !
Mi piel se desmorona, pero mi alma
se yergue, infatigable.
¡Quiero decir, soy libre !
Poseo la paz de los desiertos
y la altura apacible de los muertos.
¡ Soy libre ! tan libre
como un ave en pleno vuelo.
Y, de tanta libertad,
mi yo se expande
y empuña las cadencias de su arte.
¡Quiero decir!… Yo vivo…
¡Yo puedo perdonarte!