NADA ES LUZ
Nada es luz sin tinieblas que ensombrezcan
los números del marchito calendario
y nubes gigantescas que tiñan de gris
los campos del futuro
Nada de lo existente es claro o transparente
Las horas se amontonan en cúmulos de sedimentos
ácidos, pesados, y, a veces, malolientes.
Son los últimos fragmentos de mi tiempo de estar
de permanecer en este espacio en que mi yo palpita
y se arrepiente de este ciclo de vida
lapso que no es más que un logro inclemente
-seguir andando sin más anhelo que la muerte-
No hay auroras luminosas. ni hay ocasos consistentes
ni plenilunios claros, ni tampoco atardeceres.
El canto de las aves suena a grueso graznido
el frio del invierno está latente
hay hielo y sombra esparcidos
cual rumores incoherentes.
Desde que te fuiste
solo el sudor moja mi frente